La Pascua
está cerca, llega la hora,
es
tiempo de decisiones
y
de convicciones firmes.
Jesús
invita, llama a seguirlo,
convoca
al encuentro,
abre
el camino a la vida nueva,
que
pasa por la cruz y nos conduce al
Reino.
Jesús,
maestro, amigo, compañero,
te seguimos:
¡Ayúdanos
a dar el paso!
Como
Pedro, Andrés, Juan y Santiago.
Que
no dudemos
y
seamos capaces de dejarlo todo
para
ponernos en camino tras tus huellas,
en
seguimiento activo, ofreciendo la
vida,
dando
lo mejor de nosotros
para
que otros puedan vivir mejor
y
llegue el Reino.
¡Ayúdanos
a dar el paso!
Como
María, la madre, nuestra madre.
Que
aprendamos a decir con ella
"Aquí
estoy Señor
que
se haga en mi, tu voluntad".
Que
no seamos mezquinos,
que
entreguemos la vida entera
y
la ofrezcamos para encarnar a Jesús
en
la historia y la realidad de nuestros
días.
¡Ayúdanos
a dar el paso!
Como
Zaqueo,
que
no dudó y cambió su
vida
cuando
tú le saliste al encuentro.
Que
aprendamos a compartir nuestros bienes,
don
de Dios para provecho compartido
y
no para egoísta acumulación
que
mata y aleja del Reino.
Que
aprendamos a revisar nuestra vida,
a
reconocer nuestros errores,
a
comprometernos en la conversión
permanente,
a
demostrarlo con gestos y hechos cotidianos.
¡Ayúdanos
a dar el paso!
Como
la viuda en el Templo,
sencilla,
humilde,
que
supo dar de corazón lo que
poco que tenía.
¡Ayúdanos
a dar el paso!
Como
las mujeres que acompañaban
a Jesús.
Fieles,
cerca de la cruz,
cuando
los demás habían huído
y
Jesús moría solo y abandonado.
Que
nos mantegamos fuertes en la fe,
firmes
en la esperanza,
activos
en el amor concreto.
Que
no reneguemos de nuestras convicciones
en
los momentos difíciles.
Que
aprendamos el camino de la cruz
para
ser fieles a los planes de Dios.
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¡Ayúdanos
a dar el paso!
Como
los discípulos de Emaús.
Que
aprendamos a reconocerte,
cuando
caminas a nuestro lado,
explicándonos
las cosas que suceden
desde
la mirada de Dios,
ayudándonos
a discernir
y
encontrar cómo vivir mejor
el
evangelio en nuestros días.
Que
sepamos dar la vuelta en el camino,
si
es necesario, para anunciar
tu
presencia viva a los demás.
Que
cambiemos nuestros planes y proyectos
si
Dios irrumpe en nuestra vida
con
propuestas y horizontes nuevos.
¡Ayúdanos
a dar el paso, Señor!
Ayúdanos
a vivir la Pascua
Muéstranos
qué cosas de nuestra persona,
de
nuestra mentalidad,
de
nuestra manera de vivir,
deben
morir para cambiar y ser nuevas.
Que demos
el paso liberador, comprometido,
de
vivir anunciando tu Resurrección
con
la práctica de una vida nueva,
guiada
por la justicia y la solidaridad cotidianas.
Marcelo
A. Murúa
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